Día 16: Ya estamos de regreso en el Continente. Nos separan de casa kilómetros de carretera , pero solo dependemos de nosotros mismos, y del coche.
Lluvia que a veces es intensa. Vamos a Brujas. Ciudad monumental. Tenemos ansias de conocerla y no nos detiene ni el agua que nos cae del cielo.
Para hacer tiempo, con la esperanza de que escampe, y porque son las tres, paramos a comer en un restaurante que está en la plaza del Mercado del Pescado y que está abierto de 10 a 20 h. Horario habitual en estos centros turísticos .
Comida excelente. La preparación del pescado es una especie de zarzuela.
Después damos una pequeña vuelta. Todo lo que vemos nos gusta e impresiona, pero si el agua no iba a poder con nosotros , si se alía con el viento ya es otra cosa.
Tocamos a retirada y nos vamos a Gante.
Nos queda en la retina la imagen de Brujas bajo la lluvia. Tenemos que volver.
El hotel NH Belfort muy bien situado, confortable, habitación amplísima.
Sigue lloviendo.
Como campamento base, Gante nos facilita visitar en los días siguientes Amberes, Brujas y Bruselas.
Durante esos días solo nos llovió en la mañana que visitamos Gante.
Gante, cuna del Emperador Carlos V de Alemania.
Nacido en estas tierras se paseó por toda Europa en múltiples batallas, muriendo finalmente en su retiro en el Monasterio de Yuste ( Cáceres ). Dejó una Europa dividida y una España arruinada.
Carlos V fué bautizado en la Catedral de San Bavón (Sint-Baafskathedraal) en 1.500.
En esta Catedral se encuentra el políptico de «La Adoración del Cordero Místico » de los hermanos Van Eyck.
Paseando por Gante se disfruta de una población monumental y muy a mano. No hay agobio en el tráfico de vehículos, han cuidado las construcciones antiguas y las modernas no rompen el ambiente.
Durante el día no hay mucha gente. Por las noches, después de cenar, solo los españoles ocupamos las calles y disfrutamos de una iluminación de los edificios espectacular.
Amberes, ciudad de Rubens.
Con la torre de la Catedral dominando toda la ciudad, dificil de fotografiar de cuerpo entero en plano corto, debido a su espectacular altura.
Puerto próspero gracias a la industria textil. Disfrutó de su máximo apogeo durante el dominio español.
Ahora es el centro mundial de los diamantes.
Aprovechando el día soleado pudimos callejear y disfrutar del ambiente de rincones , vias y plazas.
La casa donde vivió Rubens, y la Iglesia de San Jacobo, donde está enterrado.
El primer rascacielos de Europa, la Torre KBC, construida en los años 30.
De nuevo en Brujas.
El día nos brinda la ocasón de disfrutar de una ciudad espectacular y que se deja admirar.
Desde la mañana hasta la noche viendo el cambio del paisaje urbano según la luz.
Grandiosas plazas formadas por excelentes edificios ,
Rincones entrañables como el Beaterio de Las Beguinas o el Hospital de San Juan, construido en los siglos XIII y XIV.
Saber que en el siglo XVI era un centro mercantil de primer orden. Que las transsacciones se hacían ante la Casa ter Beurze, siendo el origen de la Bolsa de todos los paises.
Una escultura de Miguel Angel en la Iglesia de Nuestra Señora, acompañado por la apaciguadora música de un solista que aprovecha las inmejorables condiciones acústicas.
La ventana gótica mas pequeña, que servía para curiosear el embarcadero.
Los numerosos museos que están salpicados por toda la ciudad, y que por falta de tiempo solo pudimos ver uno.
Disfrutar de las patatas fritas mas famosas del mundo, que se hacen a los pies de Belfort, y sí que están muy buenas.
Bruselas. Capital del relativamente moderno Estado Belga.
Creado en el Congreso de Viena como tampon entre Francia, Holanda y Alemania.
Tenía tan pocas esperanzas de perdurar que a los 75 años de su creación hicieron un monumento megalómano, el Arco del Triunfo.
Ahora llevan 150 años como estado, dividido en dos regiones absolutamente diferentes y con un solo nexo de unión: son católicos y
pertenecieron a la Corona de España durante 200 años.
Capital de país con tan pocos vínculos, es ahora la capital de la Unión Europea.
Tiene una Plaza Mayor asombrosamente bonita, y diversos monumentos desperdigados por la gran urbe.
En algunos de los edificios de la Grand Place vivieron Victor Hugo y mas tarde Carlos Marx.
Para endulzarse la boca, unas fresas con chocolate por la mañana en la Grand Place. Por la tarde un goffre de 20 celdas junto al Manneken Pis.
Comida a base de pescado en el Quai au Bois , en los alrededores de la Iglesia de Ste. Catherine. Comida bien, pero el servicio muy seco.
La buena suerte se puede obtener tocando el brazo de la estatua de Everard´t Serclaes, y no faltamos a la cita.
Como muchas grandes ciudades, es duro patearlas, estando los puntos interesantes bastante desperdigados.
No tiene el encanto de Brujas, ni de Gante, pero tiene su aquel.
Gastando suela, y gracias al buen tiempo, nos dimos una vuelta por sus calles.
Las ciudades de Bélgica nos han encantado.
A diferencia de Francia e inglaterra los adornos florares de sus calles son mucho mas sobrios.
Los pueblos están ordenados y limpios , pero no han cuidado tanto el estilo de las construcciones como en Inglaterra y sus vecinos franceses, alemanes y holandeses, pero están muy lejos del desmadre español.
Al ser lugar de frontera religiosa, nos llama la atención la proliferación de Vírgenes en las calles. En cada esquina hay una. Los púlpitos y los confesionarios de sus iglesias son los mas espectaculares que hemos visto.
En los folletos informativos de las ciudades visitadas narran como un periodo próspero los dos siglos de dominio de la Monarquía Española. En la reconstrucción de la Grand Place de Bruselas ( destruida por un bombardeo de los franceses en 1685 ) colocaron dos bajorrelieves con el retrato de Carlos II, el Hechizado, de triste recuerdo en España, pero allí lo han respetado.
Nos despedimos de Bruselas perdiendonos muchas cosas, por lo que tenemos un firme propósito de volver.